jueves, 9 de febrero de 2017

(cuento corto) - “…la noche, aún es mágica…”


 
“…camino casi improvisado, acordaron juntarse de una día, para otro. Habían tenido un romance tan breve, como un suspiro, en su inocente adolescencia.




Pasaron 18 años, y la modernidad tecnológica los re-encontró.
 
Ella lo miró…
 
El la miró…
 
Conversaron,
se rieron,

 
admiraron cada imagen que paso frente a sus ojos. Edificios, artistas, colores y olores
caminaron de la mano,  saborearon hasta la última gota de café


se besaron…


 
 
Se sintieron como esos adolecentes inocentes pernos, otra vez.



Cuento corto…se dieron cuenta, que la noche, seguía siendo mágica, y que Santiago centro, por las noches aún mantiene ese encanto embriagador, aunque a veces se les olvide"

 
 
FIN
 
 
 
 
 
 
...al final de mil caminos...te sigo, te sigo
 
 
 
 
 

sábado, 21 de enero de 2017

"Morena Tentación"



 
Hoy, has llegado a mi cama, buscando otro cuerpo, buscando pasión
 
No lo puedo evitar, la atmosfera es mortal
Hay fuego en la habitación
 


Corre veloz hacía mí, que el ritmo acelera

 

El sudor me quema

 

Esta sed me domina

 

Sed de tus besos, agua bendita

Sed de tu sexo, ahora lo confieso

 


Ven y cierra la puerta

Metámonos a la cama

… de donde nadie nos podrá sacar

 

Abrázame fuerte, no me dejes

…te lo pido ¡no me dejes!



Porque de tu alma, me quiero saciar,

llévame despacio,

hasta el cielo tocar

llévame fuerte,

hasta ver tus ojos brillar





Quiero llenarme de tus gemidos, de tus susurros y de tus suspiros

Y las paredes, se llenarán de nuestro erótico eco

…del clímax prohibido




Haz de nuestro encuentro ocasional

una velada especial

 

Acelera el ritmo

en el techo de tu habitación, quiero nuestra imagen tallar…

Y en tu cielo, quiero ver las estrellas brillar




Tocar los planetas

fundirme en tu cuerpo

ser uno en el tiempo

 

Ven a mí…ya no aguanto más, ven a mí





Quiero despertar a tu lado

…Sudado…

Caramelo pornográfico

Sentir tu aliento

Sin importar el tiempo




Quiero perderme en la infinidad…

y con tu sexo, romper con toda realidad
 











“Emociones privadas” – Ricky Martin:
https://www.youtube.com/watch?v=N-m9fn1yeEI
 
 
 


 


viernes, 9 de diciembre de 2016

".........y ahora te busco, pero nadie se parece un poco...a ti"

 

Noche de insaciables deseos, danza prohibida

Desesperación incontrolable

Tu boca en la mía

Tus labios comiéndome

Devorando dulce tus incoherencias

Aquellas prohibidas, reprimidas delicias

 

 

Tu cuerpo me estrecha

Me contiene, me excita, me moldea

Rodea mis formas

Tus manos me tocan

Te beso…

…Me besas

Desespero

¡Lo quiero todo y más!

 
 


Siento tu sexo

Nuestros cuerpos juntos, bailando con rudeza

Volumen

Belleza

Tu naturaleza

 

Confesando tus deseos, erotizas mi mente

Erotizas mi alma, mientras rompemos juntos la cama

Me vuelvo tan vulnerable, de tus labios

Escucho tus deseos sucios, cantándome al oído

Este, es el ritual perfecto

 
 


Quiero morderte

Saberte toda en mí

Beberte

Lamerte

Comerte

Cogerte…!

 

Noche de piernas abiertas

Ávida y voraz

Encastre y sucia

 

Despiertos toda la noche

Te siento plena, donde me siento perenne

Eterno, como ninguno

¡Excitado, como ninguno!

 

Cabalgar tus libertades

Dependencia absoluta

Yo,

esclavo de tus deseos

Tú,

esclava de mis movimientos

 

Inundarte con mi ser

Eres dueña de mis palabras

Dueña de mis pasiones

Y yo, dueño de tu entre pierna

 

Ceremonia sublime, demasiado bueno para ser verdad

 

¿………amor?
 

Dejo de ser,
Eres un misterio indescriptible
Somos cómplices, de esta adicción
Estoy resignado y admitido
 
…estoy Perdido…
 
Ya no me contengo
Tu cercanía es deliciosa!
...Miel de ti…
Cuando bebo de tu entre pierna, eso es miel de ti…
 
Lenguas en juego
Nuestros besos, haciendo el amor
Y tus gemidos, son todo mi calor
 
 
                               ¿…Equivocado amor…?
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

jueves, 20 de octubre de 2016

“La chica del lunar en la cara y que siempre fumaba, después de hacer el amor”



 

-. “…y a dónde vas ahora? – te pregunto. Por qué diablos me molesto en hacerte esa pregunta?, si sé que no responderás.

Te sientas al costado de la cama, sin mirarme, dándome la espalda. Te arreglas el sostén.

Me inclino, para ayudarte a cerrar tu sostén, pero me golpeas las manos, y haces tú clásico sonido entre “gruñido y queja” – Aaaarrrg! Saca las manos! – me dices. Puedo sola – concluyes.

Me río…y miro en tu espalda, que el sostén te quedó chueco y mal abotonado, pero no te digo nada, aprendí a reírme de tu terquedad.

Ya poh…a dónde vas? – insisto.

Sin mirarme, dándome aún la espalda, sentada al borde de la cama, buscas en tu bolso tus cigarros. Prendes uno...respiras el humo, y lo botas con un suspiro coqueto…como un pequeño orgasmo. Volteas tu rostro y me miras, mientras vuelves a fumar, pero sigues en silencio.
 

Me hago a un lado, me acerco al velador, busco el mini componente y pongo música.

Suena nostálgica…Celeste Carvallo…Blues sexy…llena la pieza, de ese sonido embriagador.

Tomas mi mano, sin mirarme y sin dejar de fumar, sin emitir palabra alguna. Comienzas a acariciar mi pierna…y luego mi pene…comienzas a amasar mi miembro, de arriba abajo.

Esto, es todo mío – me dices. Me miras coqueta, sueltas el humo de tu boca y ríes.

Si…es tuyo…lo sabes. Tomo tu mano y la acerco a mi pecho. Y esto, también es tuyo – concluyo.

Sacas la mano de mi pecho, y tu sonrisa se esfuma.

No puede ser, lo sabes. No podemos amarnos, no podemos extrañarnos, soñarnos, sentirnos…solo podemos desearnos. El sexo es lo único, que está permitido – me dices.

A donde tienes que ir? – vuelvo a insistir.

Tengo que ir con mi marido, iremos a un restaurant. Hoy estamos de aniversario – me dices.

Am… - replico. De aniversario? Cuantos años ya? - pregunto

3 años ya…de esta farsa. Ya me deberían haber dado un Oscar, para mejor actriz. Pero la academia se niega si quiera, a nominarme – concluyes con una carcajada.

 Sacas de tu bolso, una botella pequeña de cerveza. Me la muestras y sonriendo me dices: Mira lo que me encontré…y es artesanal, cerveza de malta, pura y aún un poco helada.

Te sonrío – Bueno, pero quiero solo un sorbo – te digo.

Te bebes toda la botella, fumando un cigarro tras otro, y cantando desafinada a Celeste Carvallo
 

Sacas del bolso, otra cerveza más.

Oye oye oye…no, para ya! Debes llegar sobria donde tu marido, no querrás hacer una escena, cierto? – Y atajo la botella de cerveza y te miro serio.

Suelta la botella! No te metas! – me respondes agresiva y me la arrebatas.

Me paro y me voy al baño, entro en la ducha. Con mucha rabia, he tolerado tu terquedad muchos años, pero a veces me molesta mucho. Doy el agua y comienzo a ducharme.

Le subes todo, el puto volumen a la música y cantas:

 

“…hoy te canto mi blues, cansada de llorar,

cansada de gritar por ti, y es por eso que te pido ahora, antes de partir,

que escuches mi último blues…”

 

Termino de ducharme, yo también tengo cosas que hacer, y cosas que resolver en mi cabeza. No tengo el tiempo, de lidiar con tu mal genio, he tenido suficiente.

Me visto rápido, y salgo a la pieza del motel. Estás sobre la cama, con la mirada pegada en el techo. Haz puesto la misma canción unas cinco veces. Sigues fumando…y en el piso hay ya cuatro botellas individuales de cerveza, obviamente están vacías, te las bebiste todas.
 

Te sientas al verme, estás ebria…tienes el rímel escurrido por tus mejillas. Evidentemente lloraste, y tienes un cigarro, que se consume entre tus dedos.

Me acerco a ti…beso tu deliciosa boca, con sabor a cigarro y a cerveza. Me tomas de una mano y me pides que te rapte…otra vez. Como hace un año atrás, cuando tenías que ir al bautizo, de un sobrino de tu marido, que se realizaría en Lonquen…a la cresta de lejos. Y te “rapté” ,por todo el fin de semana. No recuerdo, cual fue la excusa que inventaste.

Me agacho y subo tu pantalón, lo abotono y subo el cierre, te acomodo bien el sostén, tomo tu polera y te la pongo, te arreglo un poco el pelo; estás ebria, así que te pones más dulce y dejas tu terquedad de lado, no dices nada, en silencio dejas que te arregle; en el fondo te conozco tan bien…y sé que usas esa imagen fría y déspota, porque eres frágil y dulce, te muestras terca e indolente, cuando en el fondo eres una gatita, que solo busca amor…
 

…y un pene grande, que te penetre hasta el fondo.

Limpio un poco, el rímel de tus mejillas, hincado frente a ti, acaricio tu rostro y te sonrío.

Te ves horrible! – te digo.

Ríes cómplice.

No tengo remedio amor mío, soy un caso perdido – me dices.

Bueno, al menos ponte algo de perfume, no querrás defraudar a tu marido – te aconsejo.

Ayudo a ponerte de pie, te pongo tu chaqueta y nos vamos de este motel, dejando atrás la habitación número 69…que según tú era la mejor, porque tiene el número mágico.
 

Soy un desastre – repites una y otra vez, tienes el rímel escurriendo por tu cara otra vez, esa cara de loca y amargada, esa cara de loca y depresiva, que me vuelve loco de deseo;  mientras sigues botando humo de cigarro por tu boca, tu bella boca, esa boca que me vuelve loco de deseo.
 

No, no eres un desastre. Solo cometiste malas decisiones, quien no las ha cometido? Eh? – te digo.

Caminamos por el centro, paseo Ahumada, ya casi anochece. A ti y a mí, siempre nos gustó la noche, sus luces de mentira, en los autos, edificios y afiches publicitarios…toda la noche iluminada.
 

Luces no bélicas! – me dices sonriendo. Estábamos pensando en lo mismo.

Así que caminando de la mano, por paseo Ahumada, anocheciendo canto el coro contigo:

“Son luces no bélicas y…

Pretenden saber dónde ir…

Dentro de ti…”
 

Tú, espontanea como siempre, te volteas y me agarras el paquete de nuevo, en medio de la calle, poco te importa el resto. Me pasas la lengua por la cara, te acercas a mi oído y me dices:  Esto, es todo mío – mientras me aprietas el paquete.

Tomo tu mano y la acerco a mi pecho. Y esto también es tuyo – concluyo.

 


Caminamos hasta Alameda, cerca del metro Santa Lucia. Hago parar a un taxi, y te paso treinta mil pesos en efectivo, para que pagues la carrera.
 

¿Me estay pagando a mí? Me siento una vil puta, más encima borracha, hedionda a cigarro – Me dices - y sueltas tu carcajada espontánea, que me contagia a mí también.

Es para el taxi, idiota! – Te replico riendo.

Agarras el dinero, y te subes al taxi.
 
Te acomodas con dificultad, cierras la puerta, bajas la ventana y botas el cigarro aún humeante de tu boca. El taxi empieza su marcha y me gritas por la ventana:

¡Mijito ricooooo! – Sonrío mientras la gente que nos rodea, mira la divertida escena. Te tiro un beso con mi mano y veo, como el taxi te aleja de mí…mientras me levantas el dedo de en medio, de tu mano.

 


 

 

 

 

Nunca más…

volví a verte.

 

 

Nunca más volví a llamarte…

 

 

…nunca más me llamaste tú

 

 

Nunca más volvimos a saber, el uno del otro…

 

Pasaron los meses…

 

 

…Pasaron los años.

 

No sé cuáles fueron tus razones para no llamarme. Las mías, las tengo claras. Contigo todo era inesperado, era entretenido si…pero a la larga se volvió agotador. Tu carácter tan pasional junto al mío, que también es muy explosivo, hizo estragos a la larga. Tú muy terca y déspota y yo, con un ego muy grande, no estaba dispuesto a andarte buscando, ni suplicando nada, mucho menos volver a estar juntos.

 

Me case, tengo una bella hija, hice lo que todas las personas hacen. Tengo una vida tranquila, ya estoy viejo, no estoy para aventuras locas. Mi vida me da tranquilidad, mi esposa es buena y mi hija es mi vida.

A veces, pienso en ti. Bueno, bastante seguido ¿a quién engaño?, fuimos amantes muchos años. En la ducha, siempre pienso en ti, el sexo contigo era fabuloso.

 


Que será de ti…?

 

¿…que será de la chica del lunar en su cara y que siempre fumaba, después de hacer el amor…?

Me preguntaba si seguirás casada, si seguirás tan bipolar como siempre, tendrás aún esa pasión gigante, que desbordaba sexo, en cada rincón de esta ciudad?

Pensarás tú en mí? – Esa es la pregunta, que más me inquietaba.

Noche de Sábado y acorde, con 2 ex-compañeros de la media, juntarnos en un Bar a conversar de la vida. Siempre es genial, ver a mis dos mejores amigos de la vida, sobre todo a mis 40 años.

21:35 pm, más menos…lindo Bar. Tranquilo, miro y busco a mis compañeros, observo todo a mi alrededor, no faltan los cuarentones que aún se creen jóvenes, coqueteando a mujeres, que están  solas en sus mesas. Intentando “ligar” como en sus años mozos. Se ven patéticos, les cuelga la panza y ocultan su anillo de bodas en sus bolsillos del pantalón, lucen mal, ebrios…calvos…se ven tristes…insisto…PATÉTICOS.
 

Mis amigos y yo, nos sentamos a conversar de mil cosas, entre copas y risas.

Pasa el rato y me paro al baño, sigo mirando a mi alrededor. Camino un poco desorientado, culpa de las copas de vino, que me he bebido, y muy cerca de la barra, en una mesa, veo a cuatro mujeres, muy guapas todas, fumando y bebiendo. No están solas, a simple vista, cada una está acompañada, por su pareja.
 

Me congelo…!!!

Miro fijamente a una de ellas…que llama mi atención

 

No, no me equivoco, es imposible equivocarse. Ese lunar característico, esa carcajada…y esa compulsiva manera de fumar…

 


…ERES TÚ…

La chica del lunar en la cara y que siempre fumaba, después de hacer el amor

 

De todos los bares, tenías que elegir justo este…

Te miro unos segundos en silencio, me salta el corazón, estás preciosa…como siempre tan atractiva y libre. Tu cara y tu mirada perdida, de loca…me encanta! 

Sigo mirándote, te analizo, te miro sonreír y conversar con tus amigas. Sonrío, agacho la cabeza y voy al baño. Acercarme a ti? NUNCA…! Tengo mil motivos, no quiero molestarte, estas acompañada, yo estoy casado, han pasado siglos sin vernos, y quizás nunca te importe…etc…

De regreso en mi mesa, aún un poco en shock…la noche avanza, pero no te puedo sacar de mi cabeza.

Miro mi reloj, son las 22:45 pm es tarde ya…para un cuarentón casado, un último trago y me retiro. Me voy a la barra, voy a pedir un whisky. Obviamente, miro hacia la mesa, donde estabas tú. Ya no estás…ni tu pareja tampoco. Será ese tu marido? - Me pregunto.

Solo están tus tres amigas, con sus parejas. Agacho la cabeza, y pienso mirando a la nada…si tú me habrás visto? – No, no lo creo.
 

El barman me entrega mi whisky, y siento una respiración con olor a cigarro detrás de mí…un suspiro con olor a cerveza, respirando en mi nuca…y una mano que agarra mi paquete, sin importar que alguien vea…
 

Una voz, se me acerca al oído y me dice:

Esto, es todo mío.

Volteo despacio, para verte justo frente a mí, con tu cigarro en la mano, sonriéndome cómplice. Tú…

Tomo tu mano y la acerco a mi pecho. Y esto, todavía es tuyo – concluyo.
 
 
 
 
 ............................................................................................fin?
 
Escrito por: el gato nocturno